Respecto al contexto de desabasto de combustibles a raíz de la estrategia emprendida por el presidente Andrés Manuel López Obrador contra el robo de combustibles, nos dimos a la tarea de entrevistar al doctor Sergio Negrete Cárdenas (@econokafka), profesor e investigador de la Escuela de Negocios en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).
Sergio Negrete Cárdenas es especialista en Economía y Política mexicana, cuenta con una licenciatura en Ciencias de la Comunicación por la UNAM y otra en Economía por el ITAM, es doctor en Economía por la Universidad de Essex en Inglaterra.
Asimismo, Sergio Negrete laboró en el Fondo Monetario Internacional (FMI), actualmente es profesor de tiempo completo en el ITESO, es investigador del Centro de Estudios Espinosa Yglesias y analista de Oxford Analytica. Ha colaborado en medios como The Economist, el periódico El Economista y actualmente escribe en El Financiero.
Plumas Atómicas: ¿Por qué hay desabasto de gasolina?
Sergio Negrete Cárdenas: lo que ya se sabe es que el gobierno ha cerrado ductos para evitar el huachicoleo, el cerrar ductos implica que tienes que transportar por pipa, autotanque o todas las alternativas. Entonces, en los puertos, sobre todo del Golfo, como no se vaciaban tan rápido como era normal con los ductos, hay que vaciarlos más despacio. Con la alternativa ahora están desbordados, no pueden aceptar más combustible.
Está el combustible que se había ordenado en espera en los barcos y en el inter no llega suficiente gasolina, sobre todo a estados que se surtían con ductos –bueno, es que eso era gran parte del país–, actualmente es el centro el que está sufriendo más. El desabasto de gasolina arranca por la lucha contra el huachicoleo, el cierre de los ductos y se agrava por la imposibilidad de distribuir como se estaba haciendo.
Plumas Atómicas: ¿Qué efectos económicos podría traer el desabasto?
Sergio Negrete Cárdenas: Los efectos económicos son gigantescos y son imposibles de cuantificar, ¿por qué? Porque por ejemplo, hoy viernes, cuánta gente no salió a cenar o salió por ahí por ahorrar gasolina, o sea, cuánto consumo se dejó de hacer en restaurantes, en bares, en discotecas, “pues no voy a salir ahora que tengo que usar gasolina“. Pero esto lo mínimo es a nivel individual, el haber evitado una salida.
El impacto económico realmente va muchísimo más allá de cuánto le cuesta a Pemex tener esos barcos en espera para poder desembarcar el petróleo, es que realmente eso es menor a lado de todo el costo a nivel económico, es gigantesco, ¿cuánto?, no hay manera de hacerlo, pero ciertamente es gigantesco.
Plumas Atómicas: Una política como esta, ¿beneficia o perjudica a Pemex?
Sergio Negrete Cárdenas: Perjudica a Pemex en muchísimos aspectos, uno es el aspecto reputación en donde la empresa queda bastante mal, otro es que muestra que no hay la suficiente infraestructura. Pero daña su reputación, no se le ve como una empresa capaz de enfrentar este gigantesco reto que es el huachicoleo y otro gigantesco reto que es la distribución, toda la cuestión logística de la gasolina.
Ha quedado en evidencia que la empresa no puede con esto por faltas de inversión, sin duda, en muchos años o, porque no se dejó entrar al sector privado, pero ciertamente no hay manera de que salga beneficiada de todo esto.
Plumas Atómicas: ¿En este contexto, las empresas podrían optar por dejar de comprar gasolina a Pemex, como Mobil, por ejemplo?
Sergio Negrete Cárdenas: Tengo entendido que Mobil es de las que no le compra a Pemex, es el caso que destaca que no le compra a Pemex, que tiene permiso de importación y que trae su gasolina de Estados Unidos y, que por ello no ha tenido problemas de escasez. O sea, ahí queda de manifiesto una vez más la eficiencia del sector privado.
Lo que sí puede ocurrir es con otras empresas, como BP, como Shell, que sí dependían de Pemex y pueden decir: “decidí aquí, aprendí la lección y no vuelvo a depender de ti“; eso toma tiempo por supuesto, pero sin duda, en ese sentido y con relación a la pregunta anterior, la reputación de Pemex como proveedor ha quedado, no sé si decir destruida, pero por lo menos severamente dañada.
Entonces sí, realmente pueden optar, pero toma tiempo hacer contratos, fijar logística, no es algo que pase de un día para otro pero, de que la puerta ha quedado abierta y que muchos se la piensen dos veces antes de contratar con Pemex, sí, absolutamente.
Plumas Atómicas: ¿Hay escasez porque redujeron las importaciones de gasolina desde Estados Unidos?
Sergio Negrete Cárdenas: Al parecer sí, ya documentó el WSJ que sí redujeron las importaciones pero esto es algo curioso, al parecer lo que se redujo de manera más importante fueron importaciones de crudo, no de gasolina, sino de crudo ligero, que se mezcla con el crudo pesado mexicano para aligerarlo, llamémoslo así, y hacerlo más fácil de procesar en las refinerías mexicanas.
Entonces, al no importar crudo se frena la producción nacional de gasolina, veamos el crudo importado como una especie de insumo para la producción de gasolina, y entonces sí, en ese sentido sí, pero la paradoja aquí es que la importación frene la producción nacional como una pieza importante en ese proceso productivo.
Plumas Atómicas: ¿La escasez de combustibles podría tener consecuencias en la inflación?
Sergio Negrete Cárdenas: Por supuesto que sí, la inflación es un aumento constante y generalizado de los precios aquí lo que está habiendo son aumentos, porque ya está ocurriendo, sobre todo en Guanajuato, son aumentos regionales, o sea, no son generales, son específicos y probablemente temporales, es decir, no sostenidos.
Entonces no está siendo un aumento sostenido y generalizado de los precios, en ese sentido, un economista muy monetarista te diría que no es inflacionario, que es un aumento temporal en precios relativos que te trae un chipotazo inflacionario, una subida temporal que se refleja completamente en el nivel de los precios y en el cálculo de la inflación, pero, que luego puede desaparecer, pero sí, en calidad de mientras, te trae al menos ese chipotazo inflacionario.
Plumas Atómicas: ¿Qué tan cierto es lo que afirma el discurso oficial respecto a que hay desabasto porque las gasolineras compraban grandes volúmenes de huachicol?
Sergio Negrete Cárdenas: Realmente no es factible, puede ser correcto por supuesto que una gasolinera compre huachicol, le conviene comprar a un precio más bajo, el que sea, y vender a precio oficial o un poquitito abajo de los competidores para traer, en circunstancias normales, compradores. Pero, lo que ocurre es que ya es posible cruzar datos de volúmenes de compra y venta de gasolinas, eso lo recopila el SAT y eso se cruza con lo que Pemex sabe, porque lo sabe, que le vendió a la respectiva gasolinera.
Entonces, nada más inventando: si le vendió 100 mil litros y sucede que por la información del SAT registra venta de 130 mil litros o 101 mil, entonces ahí ya no. Si existen estas gasolineras, son fáciles de encontrar a menos que sean gasolineras totalmente clandestinas, que obviamente no es el caso gasolineras que no están registradas en el SAT. Por lo tanto, toda gasolinera legal puede tenerse en control perfectamente.
A lo que voy es que por ese eslabón de toda la cadena, el gobierno sí la tiene relativamente sencilla, o sea, no es motivo, no es un argumento válido el decir: “es que hay gasolineras que venden huachicol“; y si las hay, son perfectamente detectables y por lo tanto multables, cerrables o lo que quieras, entonces no, no es un argumento válido en estos momentos.
Plumas Atómicas: Para ti, ¿cuál sería la mejor estrategia para combatir el robo de combustibles o es correcta la que se está llevando actualmente?
Sergio Negrete Cárdenas: Se ha citado mucho, yo realmente estoy reproduciendo lo que se dice de Colombia, un país en donde es difícil de controlar sus ductos, en un territorio que aparte sabemos es conflictivo. ¿Qué aplicaron? Pues tecnología, mucho seguimiento policial-judicial de arrestos, acusaciones, etcétera.
Aquí, es una estrategia de: “yo digo que se va a acabar porque se va a acabar porque lo vamos a combatir“. Entonces, yo lo que interpreto es que el presidente López Obrador lanzó una especie de amnistía implícita al decir: “bueno, ya no se va a valer que nos roben de los ductos y todo lo que ha pasado hasta ahora nos hacemos de la vista gorda, nadie dijo nada, no pasa nada“.
A la hora en que se siguen robando los ductos, los cierra, a la hora en que los cierra, se acumulan inventarios y se quedan los buques tanque fuera, ya lo sabemos de Tuxpan, Coatzacoalcos, entre otros y, no se puede mover con toda rapidez la gasolina porque están cerrados los ductos.
A la hora que trata de abrir los ductos o hay sabotaje, palabras del presidente, o bueno simplemente hay fugas, como se le llama. Aparte está el problema de que parece que hay unas fugas diferentes a otras fugas, o sea, la fuga de Hidalgo fue durante horas, al parecer no se consideró seria o relevante o importante o como sea, hasta que voló en pedazos.
Lo que es un hecho, es la estrategia fallida, absolutamente fallida, ¿Por qué? porque lo que se puede estar ahorrando en que no se roben gasolina, está costando muchísimo. A esto hay que agregar el costo económico, es un costo invisible para el gobierno aparentemente, el costo de esas cancelaciones en restaurantes, en hoteles, mercancía que no se movió, todo lo que es comercio, industria.
No estoy hablando de si puedes tomar la bicicleta o no. Es toda actividad económica frenada, obstaculizada, encarecida; con encarecida me refiero a esas horas buscando combustible por la ciudad que toque, entonces, no, no, esto es un desastre, que aparte de todo, esta es la ironía final de la estrategia que está siguiendo el gobierno, que es que esto no va a a servir, el robo a gasolinas va a seguir en pipas o en ductos, ¿en la misma magnitud? imposible de saber, pero el problema no se va a acabar.
Aunque transportes en pipas, aunque todo fuera transportado en pipas, entonces a esos costos muy claros de, por ejemplo, los 85 millones de dólares para las 571 pipas, hay que agregar el costo muchísimo mayor, el costo no estimable, es imposible de calcular, no hay forma de calcular el costo, de que en un restaurante le cancelaron las reservaciones, el costo de que en un hotel le cancelaron reservaciones, el costo de una comida que se echó a perder, el costo de una cosecha que no se pudo mover a tiempo, o sea, todos los costos asociados a actividad económica debido a la falta de gasolina es gigantesco. ¿Cuánto? No sabemos, pero es gigantesco, todo por una estrategia improvisada, si es que se le puede llamar estrategia y, por supuesto fallida.
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