En relación al anuncio del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, sobre la implementación de precios de garantía para el maíz, frijol y leche, nos dimos a la tarea de entrevistar al doctor Sergio Negrete Cárdenas (@econokafka), profesor e investigador de la Escuela de Negocios en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).
Sergio Negrete Cárdenas es especialista en Economía y Política mexicana, cuenta con una licenciatura en Ciencias de la Comunicación por la UNAM y otra en Economía por el ITAM, es doctor en Economía por la Universidad de Essex en Inglaterra.
Asimismo, Sergio Negrete laboró en el Fondo Monetario Internacional (FMI), actualmente es profesor de tiempo completo en el ITESO, es investigador del Centro de Estudios Espinosa Yglesias y analista de Oxford Analytica. Ha colaborado en medios como The Economist, el periódico El Economista y actualmente escribe en El Financiero.
Sergio Negrete Cárdenas: Pues son precios, tal cual dice la expresión, que garantizan un precio para compra al productor, que se supone evita vaivenes del mercado. Da una garantía mínima de precio, o sea el precio puede ser superior, pero no inferior y bueno en ese sentido representa o al menos en teoría supone una garantía, un incentivo a la producción.
Plumas Atómicas: ¿En que consisten los precios de garantía que busca aplicar AMLO?
Sergio Negrete Cárdenas: Aquí hay un problema: su equipo habló de una cosa en campaña que era una especie de intervención en mercados en donde los intermediarios tuvieran mucho poder, para que el Estado diera ciertas garantías o digamos, ayudara a obtener mejores precios a ciertos productores en ciertas áreas. O sea, era algo como muy específico y no tan intervencionista en términos generales.
Por otra parte, hace unos días, muy pocos días anunciaron precios muy específicos para ciertos productos, por ejemplo maíz y frijol, precios al parecer muy superiores a los existentes en el mercado. Estos los iba a ofrecer esta Seguridad Alimentaria Mexicana, esta nueva Conasupo que es la fusión de Diconsa y Liconsa, entonces, pues no se sabe.
Si uno sigue los últimas cifras de López Obrador, son precios fijos muy por encima del mercado. ¿Cuál es el problema? El costo que se pagaría es significativo y luego está el impacto que tendría a nivel de consumidor, entonces ya no se sabe. Vamos a centrarnos en el maíz: tú subes mucho el precio del maíz con el precio de garantía suponiendo (y este es un gran supuesto), lo puedes pagar a todos los productores interesados que llegan con maíz y luego lo comercializas; si no lo subsidias, pues lo comercializas a ese precio más elevado por supuesto, entonces incentivas la importación. Y si no quieres importar, entonces hay que cerrar fronteras, pero no se pueden cerrar fronteras por los acuerdos de libre comercio y, suponiendo entonces que lo vendes más caro porque lo compraste más caro por el precio de garantía, pues lo tienes que dar al consumidor mucho más caro. Traducción: la tortilla mucho más cara.
¿Esto va a suceder? Pues es improbable, pero es a lo que llevaría la conclusión lógica de toda la cadena. Entonces el implícito que hay ahí, es que habría un subsidio, entonces, estás hablando de un doble subsidio: al productor y al consumidor que puede ser gigantesco. ¿Hay dinero para esto? En teoría no, pero es una disociación muy significativa entre lo ofrecido, lo que implica en términos de las consecuencias y los costos que puede tener.
Plumas Atómicas: ¿Qué consecuencias podría tener una política de este tipo?
Sergio Negrete Cárdenas: Gasto, un gasto significativo, que no está cuantificado. Esto es muy importante: no existe una cuantificación del costo porque no se sabe, por ejemplo: compra a x precio la tonelada de maíz, ¿es para todos?, ¿es para algunos campesinos?, ¿es para campesinos en ciertas áreas?, ¿a partir de cierto ingreso? Si es así, si hay una discriminación, una selección: ¿quién hace la selección?, ¿en qué tiendas de Diconsa o de Segulmex o como se llame eso va a implementarse?
Hay muchísimos detalles, muchísimos hilos sueltos, no se tiene nada concreto, absolutamente nada concreto. Entonces, ¿qué consecuencias? Un costo significativo para el erario, porque implica un subsidio a la producción y un subsidio al consumo, suponiendo que no quieras que el consumidor lo pague.
Plumas Atómicas: Respecto a los costos del subsidio, ¿podría generar efectos inflacionarios?
Puede ser inflacionario si no subsidias, por supuesto que si tú ofreces pagar un precio de maíz más elevado llevaría a tortilla más elevada y lo mismo toda clase de productos que estén por encima de precio de mercado. Entonces sí sería inflacionario a menos que subsidies doble: al productor y al consumidor, que sería costosísimo. Y si te lleva a mayor déficit público, bueno, es muy problemático, ahí inflacionario no sería, pero muy costoso sí. Se puede evitar lo inflacionario a un costo significativo.
Plumas Atómicas: ¿Ha funcionado en alguna parte una política de este tipo y bajo qué circunstancias?
Sergio Negrete Cárdenas: Sí, hay muchos esquemas de subsidio y uno de ellos es el de precios de garantía. ¿Funcionan? Sí funcionan en el sentido de que dan una garantía al productor; si se traslada o no al consumidor, es cuestión de ver.
A ver: funcionan, la cosa es que tiene un costo y no creo que se hayan estudiado a fondo o quizá, ni siquiera superficialmente, las implicaciones y el costo. Ese es el gravísimo problema que hay aquí.
De hecho, a un mediano o largo plazo, si tú sostienes precios muy por arriba de mercado, además de incentivar la importación –te reitero, es otra cuestión importante a considerar como consecuencia potencial–, pues incentivas la producción, o sea, se supone que quieren hacer a México autosuficiente en maíz, quizá en frijol, pues este es un mecanismo potente para hacerlo, potencialmente también extraordinariamente costoso. Lo bueno es que han funcionado, incluso en el propio México o en otros países del mundo, subsidios y entre ellos precios de garantía, sí, por supuesto que sí.
Plumas Atómicas: ¿Qué problemas tiene el campo y en tu opinión qué es lo que necesita para mejorar y desarrollarse?
Sergio Negrete Cárdenas: A ver, el campo tiene tantos problemas como los tiene el resto de la economía mexicana: una relativa baja productividad que lleva a bajos salarios, la inseguridad jurídica, la incertidumbre con respecto a seguridad, el riesgo enorme, el riesgo potencial de grupos que amenacen lo que sea a cambio de recibir una parte de tu cosecha o de tu producción, las posibilidades de ciertos cobros: todo esto que existe en la economía también existe en el campo por supuesto.
La solución es la misma en ese sentido: se necesitaría mayor seguridad jurídica, mejor infraestructura, mejor tecnología, mayor productividad y, por cierto, esta mayor productividad trae la consecuencia que ha traído evidentemente en todo el mundo, incluyendo a México: que mueves a la población del campo a la ciudad, a las urbes, porque no se necesita tanta mano de obra ya que, a medida que aumentas la productividad, hay más tecnificación y necesitas a menos gente y esa menos gente por supuesto está mejor pagada.
Entonces, eso es lo que se necesita, que no es lo que está ofreciendo el próximo gobierno. Hay que decirlo: en ese sentido, lo que se necesita está reñido con lo que se ofrece y tenemos un problema grave ahí. Esto es general porque la palabra productividad, la expresión de eficiencia, brilla por su ausencia absolutamente en el léxico del presidente electo y de sus colaboradores.
Plumas Atómicas: Pensando en las formas de producción tradicional, ¿cómo pueden acceder al mercado?
Sergio Negrete Cárdenas: Pues realmente mucha producción tradicional es de autoconsumo y bueno, en ese sentido pues no va enfocado a mercados. Una producción tradicional, algunas veces sí pero otras veces no, ahora, si se quiere acceder a mercados se necesita mejor infraestructura de comunicaciones y transportes habitualmente, porque mucho de lo que sobrevive de la producción tradicional es porque precisamente llega.
Es un círculo vicioso en ese sentido y la respuesta es bastante obvia, o sea, si se quiere llegar a mercados pues hay que dar mejor acceso a mercados y ver entonces si los productores quieren accesar a esos mercados o mantenerse más en ese nivel de autoconsumo o de consumo muy local.
Quisiera destacar que: la postura actual o las políticas actuales que se están proponiendo por el próximo gobierno van en contra de lo que se ha desarrollado en el campo mexicano en años recientes. Lo que observa uno, estoy hablando a nivel anecdótico, –que no debo hablar a nivel anecdótico sino con datos generales a nivel nacional–, pero lo que se observa en Michoacán, en Jalisco, en Guanajuato y en muchas partes del país es un boom de producción de productos no tradicionales de México, estoy hablando básicamente de productos como las “berries”.
Y eso no tiene que ver con frijoles o maíz. Ves invernaderos surgir por doquier en regiones del país antes no utilizadas, siendo explotadas, como es por ejemplo el área de Zamora Michoacán, por decir un ejemplo. Entonces, aquí lo que viene es un retroceso a una mecánica que ya no se usaba: precios de garantía a productos tradicionales que han quedado en cierto modo, no secundarios, siguen siendo muy importantes, pero está haciendo un énfasis en un producto de consumo nacional al que quiere subsidiar, o sea, todo esto no era necesario, no hace falta.
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